Los Cáctus son como hombrecitos que bajan de las laderas de la montaña. En lenta procesión descienden al valle o a la cuenca del río. Al encuentro con alguno, evite los abrazos y los apretones de manos. También las palmadas en la espalda. Carecen de gen maligno alguno, es solo su naturaleza cactácea la que les impide sociabilizar. Igual inconveniente sufren los aloeveras y las ortigas.
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1 comentario:
Hay algo que no se puede negar, los cáctus son demasiado macanudos, Cada vez que te torpezas o estas por caerte por alguna pendiente abrupta siempre están ahí para estrecharte una mano, la verdad que no se que es peor. Sigan evitándolos, de ultima un saludito de lejos y una sonrisa para que no se ofendan.
Un abrazo grande. Que sigan muy bien.
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