jueves, 5 de abril de 2007

De la Flora

Los Cáctus son como hombrecitos que bajan de las laderas de la montaña. En lenta procesión descienden al valle o a la cuenca del río. Al encuentro con alguno, evite los abrazos y los apretones de manos. También las palmadas en la espalda. Carecen de gen maligno alguno, es solo su naturaleza cactácea la que les impide sociabilizar. Igual inconveniente sufren los aloeveras y las ortigas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay algo que no se puede negar, los cáctus son demasiado macanudos, Cada vez que te torpezas o estas por caerte por alguna pendiente abrupta siempre están ahí para estrecharte una mano, la verdad que no se que es peor. Sigan evitándolos, de ultima un saludito de lejos y una sonrisa para que no se ofendan.
Un abrazo grande. Que sigan muy bien.